sábado, 13 de noviembre de 2010

Bajo el agua.

Desde mi ventana no se veía lo que es normal en cualquier habitación, la calle. Mi bloque estaba en una presa. Me asomé por mero aburrimiento y vi el gran muro de hormigón de la presa a la izquierda, con unas grandes y lejanas montañas ocupando mi vista a la derecha. El tiempo era malísimo, el cielo estaba negro cargado de nubes y llovía con gran fuerza. Desde luego esa gran tormenta haría que se llenase más la presa. Miraba la lluvia desde la ventana y llamé a mi padre cuando vi fuertes truenos.
Hablamos del tiempo como si fuese normal que lloviese de aquella forma cuando vimos que una ola descomunal venía hacia nosotros. La ola era más grande que nuestro bloque y venía de frente a cubrirlo todo. Mi padre gritaba que aquello era más que peligroso y que no podíamos hacer nada y corrió a avisar a mi madre. Yo me quede mirando por la ventana esperando su llegada. La ola chocó con el edificio con gran estruendo. El cristal asombrosamente aguantó y pronto vi que estabamos literalmente bajo el agua. Mi padre volvió y no dejaba de gritar viendo que nos cubría el agua. Por la fuerza de la ola el agua retrocedió para golpearnos de nuevo y cubrirnos. Estaría así hasta que el tiempo se calmase, pero el cristal aguantaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario